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El David del diseño

Mundos de la imagen formando parte de los auditivos. Pero cómo y dónde empezó todo?. Intentaremos hacer un repaso por la historia, para ver con hechos, como la imagen tuvo un valor protagónico en la vida de la música.
En 1940, los discos giraban a 78 revoluciones por minuto y eran de laca, una sustancia resinosa generada por un gusano endémico de Asia. Se trataba de un producto menor, con una distribución muy restringida.
Los discos se vendían en fundas planas de cartón o papel de estraza, agujereadas en el centro para que se viese la etiqueta. Dada la corta duración de cada pieza (cinco minutos de música por lado), se vendían en álbumes de tres o cuatro, unidos por un lomo de cartón.

A esa simpleza se reducía el envoltorio. Hasta que llegó un joven de 23 años enamorado del cartelismo europeo de vanguardia, el modernismo y el art decó: Alex Steinweiss, el inventor de la portada de los discos. En aquel momento, fue contratado por Columbia como diseñador. Era el único empleado que se dedicaba a las campañas publicitarias.  En 1940 dió un salto valiente: Se presentó con un fotógrafo ante el Teatro Imperial de Nueva York y convenció al director para que cambiase las letras de la marquesina durante unas horas muertas. El resultado, una vez trabajado por Steinweiss en el estudio, fue la primera portada de la historia para presentar un disco: Smash Song Hits de Richard Rodgers y Lorenz Hart.

“Tuve esta idea con respecto a la forma de vender estos discos, ¡era ridículo! En esa época eran vinilos y venían en cuatro o cinco sobres pequeños para hacer un disco completo. Las portadas solo eran de papel marrón, naranja o verde. Entonces dije: ¡¿quién va a comprar estas cosas?! No hay nada atractivo ahí. Entonces empecé a diseñar las portadas para cada uno pero me dijeron “tenemos que pagar un precio extra por impresión”. Me hice muy amigo con el vicepresidente de ventas de Columbia Records y él vio que había valor en mi propuesta ¡pero fue difícil! No habían tipógrafos, no había algo como un banco de fotos, ¡nada! Solo había un grabador en la ciudad pero solo trabajaba en blanco y negro, no sabía qué hacer con el color -y el proceso de color no existía aún-. Así que tuve que enseñarle al grabador qué hacer. Fue un esfuerzo titánico. Columbia Records se resistió, ¡claro! Pero luego vieron la luz. Hubo un disco de música clásica con una sinfonía de Brahms en donde las ventas se dispararon en un 800% cuando puse una portada. Eso bastó para convencerlos del todo”. – Alex Steinweiss.

Steinweiss es mucho más que el padre de la cubierta de discos. Revolucionó la forma de vender la música, pero es todavía más importante porque revolucionó la manera en que vemos la música. Prolífico hasta extremos casi imposibles, Steinweiss siguió haciendo historia. En 1948, cuando el vinilo sustituyó a la laca y se estandarizó el formato de los discos de 33 revoluciones por minuto, fue el primero en llamar al soportelong play (LP, larga duración) y también el primero en hacer una cubierta específica para el producto. El canon del diseñador se mantuvo hasta 1989, cuando el disco compacto (CD) empezó a comer terreno al vinilo. Diseñó miles de portadas para todos los géneros (a veces para empresas de las competencia: entonces firmaba con el seudónimo en castellano Piedra Blanca), tanteó con los títulos de crédito y los carteles de algunas películas, se dedicó a la publicidad y comercializó una fuente tipográfica basada en los trazos sinuosos de su rúbrica.

Gracias por tanta magia, querido Alex.